Definición de diseño instruccional
Si eres un recién llegado al campo del e-learning o diseño de instrucción, puedes sentirte perdido por la cantidad de información que existe en la red.
En términos generales, es la práctica de hacer que las experiencias de aprendizaje sean efectivas, interesantes y atractivas para un alumno.
Cualquiera puede crear un proyecto de e-learning, pero un diseñador de instrucción especializado construirá e-learning que satisfaga los objetivos de aprendizaje y las necesidades de la audiencia.
Te alegrará saber que existen algunos principios básicos de diseño instruccional que pueden proporcionar un buen punto de partida para tu primer proyecto de e-learning y pueden ayudarte a construir un curso altamente productivo para tus alumnos.
Conoce a tu audiencia
El análisis es una gran parte de la disciplina del diseño instruccional. Es importantísimo saber a qué audiencia nos dirigimos.
Pregúntate a ti mismo y a tu cliente: ¿Quiénes son tus alumnos y cuáles son sus necesidades? ¿Son expertos en informática o completamente no técnicos? ¿Cuánto saben ellos sobre el tema en cuestión? ¿Son expertos o novatos? Saber quiénes son tus alumnos y de dónde vienen te ayudará a decidir cómo desarrollar el contenido que mejor se adapte a sus necesidades.
Distinguir entre “Need to Know” de “Nice to Know”
Otra tarea clave es distinguir aquello importante para los alumnos de lo solamente interesante. Debes prescindir de información superflua que no ayuda a los alumnos a realizar sus trabajos o tareas.
Cuando estés decidiendo qué información incluir en su curso, pregúntate: ¿es esto importante? ¿Los alumnos necesitan saber esto para hacer su trabajo? Si llegas a la conclusión de que no es imprescindible para hacer el trabajo, déjalo fuera.
Sigue una estructura básica del curso
No es necesario inventar nada. Para simplificar el proceso, aquí tienes un esquema básico para cursos de e-learning:
Bienvenida: Da la bienvenida a sus alumnos al curso.
Instrucciones: Explica cómo navegarán por el curso, en qué botones deben hacer clic, etc.
Introducción: Informa a los alumnos del contenido del curso y de los beneficios que obtendrán al acabarlo.
Objetivos: Explica que van a conseguir con el curso, y cómo lo van a hacer.
Contenido: Crea el contenido de tu curso principal aquí. Dependiendo de la duración, puedes dividirlo en lecciones, cada una con su propia introducción, contenido, evaluación y resumen.
Evaluación: Haz un examen a los alumnos para ver si realmente aprendieron el material.
Resumen: Revisa los objetivos del curso que declaró al principio.
Recursos: Ofrece contenido o recursos adicionales que refuercen el material del curso.
Salir: Da instrucciones finales sobre cómo salir del curso de e-learning.
La mayoría de los cursos de e-learning siguen este esquema general. Puedes crear escenarios de toma de decisiones que lleven a los alumnos a contenido específico según lo que saben. Lo harás dentro de la sección de contenido. Si sigues esta estructura de curso simple, estarás encaminado a diseñar cursos exitosos.
que esta visión general del aprendizaje electrónico sea útil y te inspire para para crear cursos atractivos que harán las delicias de tus alumnos.
